LA TECNOLOGÍA DEL ALIMENTO ESPIRITUAL

1 Corintios 10:1-11 dice: Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar;  y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el mismo alimento espiritual,  y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto.  Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.  Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar.  Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil.  Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes.  Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor.  Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.

 

La biblia no es una recopilación de escrituras útiles. Entenderlo puede marcar la diferencia entre un estudioso de la biblia y un profesional de la vida. Las escrituras no son “conceptos dirigidos a mí”.

En las iglesias evangélicas encontramos tres tipos de personas frecuentemente:

  1. Los que saben que hay una biblia, pero la ignoran. Creen que leer la biblia es la responsabilidad de quien predica.
  2. Los que leen la biblia buscando conceptos útiles para solucionar sus propios problemas.
  3. Los que leen la biblia porque eso les hace sentir mejor. Entienden la lectura de la biblia como un ejercicio espiritual, y hasta sacrificial, que produce cosas relevantes en sus vidas de una manera mística.

 

Lo que deberíamos encontrar es a aquellos cristianos que entienden que en la tierra ha habido sucesos, y nosotros somos el destino de esos sucesos. En la tierra han pasado cosas que sólo tuvieron como sentido enseñarnos a nosotros.

Una cosa es que se escribieron para nosotros, otra muy diferente es que “acontecieron como ejemplo para nosotros”.

 

CAMBIA LA ESCUELA DE LAS “LETRAS” POR LA ESCUELA DE LOS “SUCESOS”.

La escuela de las letras: aquella que se basa en frases sin sustancia. La que nos llena de información pero poca manifestación. La que produce menosprecio de las realidades e idolatría de lo humano.

La escuela de los sucesos: la que contiene los misterios de Dios. Sus misterios son tan grandes que no pudieron ser escritos en un libro, sino que debieron ser envasados en personas, familias, pueblos y naciones.

 

LA ESCUELA DE LOS SUCESOS ES LA QUE CONTIENE LA TECNOLOGÍA CORRECTA PARA LOS DESAFÍOS DIVINOS.

 

¿Qué sucedió en ese desierto? Lo importante de que sepas lo sucedido no es porque está en la biblia, sino porque eres el destinatario de esos acontecimientos y la única manera de hacértelos saber era escribirlos. Pero no es la letra lo que te sirve, porque eso menosprecia la importancia de lo que se contiene. La letra tiene la capacidad menospreciar sistemáticamente los acontecimientos.

 

LA COMIDA ESPIRITUAL

Lo que sucedió es que ellos comieron LA COMIDA ESPIRITUAL.

Pablo entiende: SI ES DIOS EL QUE TE SUSTENTA, ENTONCES LA COMIDA DEBE SER ESPIRITUAL.

  • Estaban en el desierto.
  • No hay comida ni bebida.
  • Si la hubiera, entonces no sería desierto y ya habría otros pueblos allí.
  • Tienes un pan que cae del cielo: un condensado de vitaminas, proteínas, carbohidratos, minerales. Todo se comporta de manera extraña: no se puede acumular, puede sustentarte toda la vida, lo que recoges el viernes te dura dos días…
  • EL PAN ES ESPIRITUAL

 

Lo que sucedió es que ellos olvidaron EL PORQUÉ DIOS LOS SUSTENTABA.

 

Ellos se alimentaron del pan espiritual y se entregaron a la codicia. Pero Pablo nos advierte: esto sucedió para nosotros, para que NO CODICIEMOS. La lección es: puedes estar comiendo un alimento espiritual y aún así entregarte a la codicia. ¿Porqué todo un pueblo se entregó a la codicia para que yo entienda algo? Parece ser que mi conducta tiene una relevancia mayor por causa del TIEMPO en el que vivo. No es que yo sea especial, lo que es especial es el TIEMPO. Porque vivimos en un TIEMPO en el cual ya Jesucrito ha sido manifestado al mundo.

CUIDADO: Puedes comer de Cristo, y aún así vagar en tu corazón. Rápidamente debes entender porqué Dios te sustenta.

 

ALIMENTO

 

¿Alguna vez se ha preguntado cuales son los mandamientos del Señor? Sabemos mucho acerca de los mandamientos de Moisés, pero poco de los mandamientos del Señor.

Los mandamientos del Señor son aquellos que nos conectan con SU realidad. No son imposiciones acerca de conductas humanas, sino que son una TECNOLOGÍA provista para nuestro despertar y luz.

 

S.Juan 6:27 dice: Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.

 

El mandamiento es que trabajes, pero con un cambio: EL PARA QUÉ TRABAJAS. Trabajar por una comida que no requiere tu trabajo, pero si tu enfoque. Es el Señor quien nos alimenta y Él es nuestro alimento. No puedes obtenerlo por tus fuerzas, pero si tu corazón está mal enfocado

 

S.Juan 6:30-35 dice: Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.  Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.  Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

 

TODO DESVÍO DEL HOMBRE COMIENZA CUANDO NO SABE LO QUE ESTÁ COMIENDO. Cuando ignoras que tu alimento es Cristo, entonces retrocedes. Cuando entiendes a Cristo como tu alimento y sostén, tienes fuerzas, abundancia, paz, descanso.

Es hora de quitar el maná de tu vida y poner el pan de vida, el que viene del cielo en tu mesa.

 

S.Juan 6:48-51, 54-58 dice: Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Éste es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. 54: El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Éste es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.

 

Maná es ignorancia. Maná es tener provisión de Dios e ignorarla.

Maná es profetizar y no ver el cumplimiento. Es comerse los carteles y perderse la sustancia.

Si no comes de Cristo, no estas verdaderamente comiendo. Puedes estar viviendo, pero no verdaderamente viviendo.

 

  1. Juan 4:31-34 dice: Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come. Él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis. Entonces los discípulos decían unos a otros: ¿Le habrá traído alguien de comer? Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.

 

LA COMIDA ESPIRITUAL NO SÓLO DEBE SER COMIDA, SINO TAMBIÉN SABIDA, ENTENDIDA, CONOCIDA.

 

 

UN NUEVO MANDAMIENTO: No se preocupen por lo que van a comer o vestir.

Los mandamientos del Señor tienen un aroma diferente.

Juan 15:10-11 dice: Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.  (11)  Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.

 

  1. Lucas 4:4 dice: Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.
  2. Lucas 12:29 dice: Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.
  3. Lucas 10:4 dice: No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino.

 

REIGENIERÍA DEL CORAZÓN HUMANO:

La palabra “reingeniería” es aplicada casi exclusivamente a los negocios. La razón es sencilla: no se puede aplicar reingeniería a cualquier cosa.

Hablamos de un cambio radical en los procesos, para que el resultado sea mejor de lo que es hasta ahora.

No se puede aplicar “reingeniería” en un edificio, porque sencillamente habría que demolerlo y eso en realidad sería “ingeniería”. Es por eso que Pablo dice que nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto. Hay procesos en tu vida que ya están establecidos y no puedes salirte de eso: Has sido plantado en Cristo, por medio de Su Salvación, Por fe, en Su Gracia, Tienes vida eterna.

 

¿Qué hacemos con tu alma? Los procesos de tu alma deben ser modificados de manera drástica. Hay otra tecnología disponible, nuevos procesos por causa de la nueva vida. Se esperan de nosotros nuevos resultados.

Salmos 95:1-11 dice: Venid, aclamemos alegremente a Jehová; Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.  Lleguemos ante su presencia con alabanza; Aclamémosle con cánticos.  Porque Jehová es Dios grande, Y Rey grande sobre todos los dioses.  Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas.  Suyo también el mar, pues él lo hizo; Y sus manos formaron la tierra seca.  Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.  Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, Como en el día de Masah en el desierto, Donde me tentaron vuestros padres, Me probaron, y vieron mis obras.  Cuarenta años estuve disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que divaga de corazón, Y no han conocido mis caminos.  Por tanto, juré en mi furor Que no entrarían en mi reposo.

 

La reingeniería del alma debe producir lo siguiente:

  • Alegría, cánticos, alabanza.
  • Entendimiento creciente del Dios en el que crees: el Creador de todas las cosas. El que sustenta toda la creación.
  • Adoración: rendición total a Dios. Rendición es experimentar su Gobierno.
  • Tu corazón atento a la Voz de Dios.
  • Tu corazón con dirección clara: no vagando.

 

El producto que se espera en nosotros es el conocimiento de Dios. Hablamos del conocimiento que se hace carne. El que se nota en una vida que entiende los procesos de los días en función de una dirección.

  • Tus experiencias no tienen nada que enseñarte sobre ti (el Señor te enseñará sobre ti mismo), ni sobre las personas, ni sobre el mundo.
  • Todo en tu vida debe producir un mayor conocimiento de Dios.
  • Come de Cristo, y entrega conocimiento y entendimiento.
  • Toda conducta errada de los hombres es resultado de una mente reprobada. Pero nosotros debemos experimentar una transformación de nuestra alma para producir el aroma del conocimiento de Dios.

 

 

EL AROMA DE SU CONOCIMIENTO

 

2 Corintios 2:14-15 dice: Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden;
Triunfo es una palabra muy nueva en la época de Pablo. El triunfo era un reconocimiento otorgado a los militares por parte del senado de Roma. Una celebración de quien te gobierna y reconoce que has alcanzado los resultados esperados.

El triunfo que buscamos no es una gloria personal, sino el reconocimiento de Cristo en nosotros. Cuando sabes que portas un aroma que en unos produce celebración y en otros el rechazo, pero esa celebración no es por causa de lo “genial” que eres, y el rechazo no es producto de tu mal genio.

 

 

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