Carta discipular

Una gran oración es pedir al Padre que seamos llenos del conocimiento de la Verdad y sea esa nuestra profesión. Dediquen su vida a la Verdad. No se dejen distraer por la agenda que la mentira les propone cada día. La agenda de la mentira icluye: pensamientos no aliados al corazón de Dios, palabras en lugares y con personas incorrectas, sentimientos de amargura que dejamos brotar, distracciones, entre otras. La agenda de la Verdad se abre camino desde nuestro espíritu, trayendo a memoria el amor de Dios cada día, recibiendo su palabra inesperada, siendo luz y más luz en un mundo sumergido en tinieblas, amando y deleitándonos en las cosas del espíritu.

No importa cuanto las tinieblas trabajen para consumir tus fuerzas y tu tiempo, para que la agenda de la ignorancia gobierne tus días. Solo un haz de luz, una palabra, la más pequeña de las revelaciones de Cristo es suficiente para que recuerdes quien eres y retomes el rumbo que te lleva a manifestar tu verdad eterna. El secreto de las tinieblas no es su poder, sino su voraz capacidad de consumirlo y su habilidad para distraer. He aquí nuestro secreto: tenemos poder inagotable en el espíritu y nuestra mirada puesta en Jesucristo.
Fortalezcanse en el Señor y no sólo verán Su Gloria sino que también la mostrarán a otros.

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Efesios 6:10

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