CONSEJOS DE UN AMIGO

Nota de los editores: El siguiente escrito es una serie de consejos que tienen como fuente algunos escritos de “La Vida de John Richardson“. El lector puede acceder a los escritos completos, en la versión original traducida y editada al español en la “Biblioteca de los amigos”, en el siguiente enlace: https://www.bibliotecadelosamigos.org/amigo/john-richardson

Busca que tus ojos sean verdaderamente abiertos
Acércate a Cristo, quien ofrece colirio para tus ojos espirituales. Cuando tu visión es ungida por Él, verás la realidad con claridad. No confundirás las cosas terrenales con las celestiales ni los hombres con árboles. Jesús te dará discernimiento para distinguir lo verdadero.

Adquiere el oro refinado
Compra el oro refinado por el fuego, que es Cristo mismo. Él es la Piedra Probada, elegida y preciosa, establecida como fundamento en Sión. Al creer en Él, te edificarás en Su amor, poder y virtud, riquezas que superan cualquier oro terrenal.

Revístete de justicia
La verdadera iglesia recibe la unción de Cristo, el Santo. Al vestir Su justicia, pureza y santidad, te adornarás con una vestidura más valiosa que el lino fino. Permite que su justicia cubra tu vida, mostrando la belleza de su santidad.

Escucha al Testigo Fiel
Recibe y aprende de Cristo, el Testigo fiel y verdadero. Él siempre testifica contra el mal en nosotros, pero aboga ante el Padre por nuestro bien. Su Espíritu, no debe ser conocido según la carne, sino de manera espiritual e interna.

Busca la luz de Cristo y esfuérzate para permanecer en ella todo el tiempo
Cristo es el único que abre los ojos ciegos, destapa los oídos sordos y penetra en el alma nublada y cautiva. Si te encuentras en un estado estéril y sin esperanza, recuerda cómo el Señor liberó a Israel de la esclavitud en Egipto a través de Moisés. De la misma manera, Cristo puede liberarte de la opresión espiritual.

Comprende el verdadero significado de la liberación
La liberación no se trata de la muerte física, sino de la muerte del “viejo hombre ” y el cuerpo del pecado. Crucificar al viejo hombre significa eliminar todas las obras pecaminosas y permitir que Cristo transforme tu vida. La naturaleza pecaminosa, como la crueldad y la lujuria, deben ser eliminadas para que puedas ser verdaderamente libre.

Deja que la voluntad de Dios prevalezca
La voluntad corrupta y fuerte del hombre, junto con todo lo que es brutal y salvaje, debe morir. Sólo entonces podrás salir de la influencia del “príncipe de la potestad del aire,” el espíritu que opera en los corazones de los desobedientes. Permite que Dios transforme tu voluntad y tus deseos.

Escucha al Espíritu
Lee y medita en estas palabras, los que han oído y entendido lo que el Espíritu dice a las iglesias. Deja que la luz de Cristo, que puede haber estado nublada o desaparecida, brille nuevamente en tu vida. Permite que el Testigo verdadero, que es Cristo, se levante y te ilumine.

Depende y espera en el Señor
Cuando tu mente esté en un estado de dependencia y espera en el Señor, permanecerás en la luz. Participa de Su amor y gracia de manera discernible y experiencial. Esto te ayudará a enfrentar tus debilidades y te dará la fuerza necesaria en todas tus pruebas y tentaciones.

Valora la rendición del corazón
Las acciones externas en materia de religión no son suficientes para ser aceptable a Dios. Lo que realmente importa es la rendición verdadera del corazón a Él. Permite que Dios purifique tu corazón de toda contaminación y lo mantenga limpio a través de la morada de Su Santo Espíritu.

Reconoce la obra de Dios
Observa claramente la obra de Dios, cuyo propósito es sacar al hombre de la caída y separación, y llevarlo de nuevo a Él y al estado celestial en Cristo. Esta restauración requiere verdadera obediencia a la dirección y operación de Su gracia y Espíritu Santo en tu corazón.

Reconoce lo que debe ser negado
En la medida que la luz se levanta en tu corazón, verás que es necesario negarte a tí mismo, adoptando una actitud de total dependencia y entrega de tu voluntad a la de Dios. Siéntate “en el polvo”, humillándote y reconociendo que las obras humanas solo entorpecen la obra espiritual de Dios en tu corazón.

Silencia los movimientos de la carne
Para escuchar la suave y apacible voz de Dios, necesitas silenciar los movimientos carnales y el funcionamiento de tu propia voluntad y espíritu. La voz de Dios no se escucha en medio del ruido y la prisa del mundo, ni cuando tu mente está ocupada con cosas agradables a la naturaleza corrupta.

Cultiva la dependencia diaria
Cada día, cultiva un estado de ánimo de total dependencia de Dios. Entrega tus deseos y pensamientos a Él, permitiendo que Su Espíritu te guíe. Esta práctica te llevará a experimentar la paz y la guía que solo se encuentran en la sumisión completa a Su voluntad.

  • Isaías 42:7 (RVR1960): “Para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.”
  • Efesios 2:2 (RVR1960): “En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.”
  • Romanos 6:6 (RVR1960): “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.”
  • Hechos 3:22-23 (RVR1960): “Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo.”
  • Apocalipsis 3:18 (RVR1960): “Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico; y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.”
  • 1 Pedro 2:6 (RVR1960): “Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sión la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado.”
  • Efesios 4:24 (RVR1960): “Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”
  • Proverbios 3:5-6 (RVR1960): “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.”
  • Romanos 12:2 (RVR1960): “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
  • Mateo 6:33 (RVR1960): “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
  • Juan 15:4-5 (RVR1960): “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”
  • Salmos 51:10-11 (RVR1960): “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu.”
  • Mateo 16:24 (RVR1960): “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.”
  • Salmos 46:10 (RVR1960): “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.”
  • Gálatas 2:20 (RVR1960): “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
  • Isaías 30:15 (RVR1960): “Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis.”
  • 1 Reyes 19:12 (RVR1960): “Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.”
  • Lamentaciones 3:28-29 (RVR1960): “Se sentará solo y callará, porque es Dios quien se lo impuso. Pondrá su boca en el polvo, por si aún hay esperanza.”
  • Job 2:8 (RVR1960): “Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza.”

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