HONRA – PARTE 1

Vestirnos de las virtudes de Cristo es la manera correcta de anunciar las virtudes de aquel que nos llamó. Esas virtudes no pueden ser sólo anunciadas verbalmente, porque su grandeza y gloria son imposibles de describir con palabras humanas. Hemos sido escogidos por Su Gracia para hacer carne en nosotros las virtudes del Señor, las cuales nos han sido otorgadas en forma de naturaleza espiritual. La madurez espiritual es el camino para expresar esas virtudes.

La honra es una virtud que nos conduce a la madurez. Esta virtud funciona en diferentes vías:

  1. Por esta virtud espiritual damos honra a Dios y crecemos en el entendimiento y perfección de nuestra honra hacia Él.
    • 1 Crónicas 16:29 dice: “Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrenda, y venid delante de él; Postraos delante de Jehová en la hermosura de la santidad”.
  2. Por el llamado a la salvación, somos los que buscan honra en el lugar correcto y de la forma correcta.
    • Romanos 2:6-7 dice: “el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: (7) vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad…”.
    • Aquí vemos que buscar honra no es para nada incorrecto, si la buscamos de la manera adecuada.
    • Hemos sido creados para la honra.
  3. La honra es una virtud que nos permite honrar correctamente a quienes nos rodean.
    • Jeremías 15:19 dice: “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos”.
    • 1 Timoteo 5:1-3 dice: “No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos; (2) a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza. (3) Honra a las viudas que en verdad lo son”.
    • Romanos 13:7 dice: “Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra”.

INSTRUMENTOS DE HONRA

En un hijo de Dios, la honra es un órgano espiritual que permite al alma ver a Cristo en las personas y honrar la vida de Dios en ellos. Es por eso que la honra siempre será incompatible con el orgullo y la vanagloria. La honra siempre se potencia con el entendimiento de la Gracia, ya que no se trata de una simple adulación, sino una exaltación a Dios.

Ejercitarnos en la honra quita de nosotros todo vestigio de competencia con personas y nos permite ver más y más la interdependencia del Cuerpo y sus vínculos. Honrar es reconocer la gracia que le ha sido dada a cada persona y celebrarla. Es una virtud que trae salud a las coyunturas y los ligamentos, haciéndolos funcionales y productivos.

2 Timoteo 2:21 dice: “Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra”.

Cuando recibimos honra por la tarea espiritual que realizamos o por el fruto del Espíritu, es Dios quien la recibe en nosotros. Fuimos llamados para ser instrumentos de honra, instrumentos que, al ser utilizado para ser de bendición a otros, aquellos que han sido los receptores de la bendición honren a quien es nuestro Alfarero y nos ha formado, quien también es el que ha depositado el contenido de su gracia y de su amor en nosotros.

2 Corintios 1:13-14 dice: “Porque no os escribimos otras cosas de las que leéis, o también entendéis; y espero que hasta el fin las entenderéis; (14) como también en parte habéis entendido que somos vuestra gloria, así como también vosotros la nuestra, para el día del Señor Jesús”.

La honra crea ámbitos de colaboración que nos hacen partícipes del evangelio, ayudando a la madurez de nuestros hermanos. Esa colaboración nos hace partícipes de recompensa y de gloria espiritual, pues logramos ver como Cristo en nosotros es edificado tanto en unos como en otros por medio de la comunión y servicio mutuo.

LA HONRA Y LA EDIFICACIÓN

La honra es una virtud que fortalece vínculos para la manifestación del Propósito Eterno de Dios. Si vemos a la Iglesia como un cuerpo, entonces podríamos decir que hay diferentes tipos de patologías que afectan las articulaciones. El menosprecio y la burla son males que afectan la edificación y producen también ceguera en los cristianos.

La honra nos hace ser partícipes de lo eterno. ¿Recuerda la mujer que derramó el perfume sobre el Señor? Aquella mujer no tenía manera de saber lo que en realidad estaba haciendo. Jesús dijo que aquella acción respondía a su preparación para la sepultura y es por eso que honró aquella acción.

Marcos 14:8-9 dice: “Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura.  (9)  De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella”.

Aquella mujer le dio lugar a la honra en su corazón y se encontró con algo inesperado: la revelación de Cristo y la participación en Su Evangelio, así como el ser honrada, al ser mencionada en el registro de la palabra inspirada por Dios, porque ella logró entender lo que otros no pudieron entender, que lo más valioso era Cristo mismo y nada más que Él.

VENCIENDO EL MENOSPRECIO

La honra nos otorga victoria sobre el menosprecio y la burla. Esa victoria es de gran valor para la madurez espiritual y la transformación del alma.

Vencer el menosprecio le producirá los siguientes beneficios:

1-        Le llevará a un nivel más alto de madurez.

2-        Le otorgará mayores niveles de libertad en su interior. Hablamos de aquella libertad que se experimenta cuando nuestra alma da lugar a la vida espiritual.

3-        Le otorgará un mayor dominio y control de los recursos materiales y emocionales.

4- Le dará más claridad del destino que Dios tiene marcado para usted.

5- Le permitirá honrar a quienes le rodean de manera correcta, fortaleciendo vínculos espirituales y colaborando con su madurez.

Hay dos tipos de reacciones repetitivas que el alma produce cuando es menospreciada: el orgullo y la falsa humildad.

  • El orgullo. Es la reacción más común. Cuando viene el menosprecio se activan impulsos “pre-configurados”.
    • Levantar defensa de nosotros mismos. A menudo acompañado de emociones.
    • Separarse de personas. Tomar decisiones de distanciamiento.
    • Hablar con las personas incorrectas lo que se está viviendo y en muchos casos caer en habladurías.
    • Responder con más burla y menosprecio.
    • Trabajar más para lograr algún tipo de “venganza” y poder demostrar que todos están equivocados (como aquel que estudia porque le dijeron que nunca sería nadie en la vida).

Cuando respondemos con orgullo ante el menosprecio, entonces perdemos. Hemos entrado en el juego del menosprecio si dejamos que él defina nuestras acciones y reacciones.

  • La falsa humildad: Es la reacción de apariencia opuesta, pero con un mismo fundamento.
    • Aceptar una posición y retroceder.
    • Permanecer en un status quo para no incomodar.
    • Hacer silencios.
    • Evitar llevar adelante proyectos e ideas, porque se aceptan las palabras oídas.

También debemos tener cuidado de no producir honra falsa o adulación, las cuales pueden ser sumamente dañinas.

  1. La honra que sale de mí… ¿Produce gloria a Dios o sólo a los hombres?
  2. ¿Estoy honrando a una persona por causa de un beneficio recibido o un potencial futuro beneficio personal?
  3. Mi honra hacia otros debe estar sustentada en el pleno entendimiento de la Gracia de Dios.

0 comentarios en “HONRA – PARTE 1”

  1. Buen dia!! Me comunico para informarles que necesito cambiar la direccion de correo para recibir el material. La nueva direccion es stukadriana@ gmail.com .gracias y espero puedan hacer el cambio.

    Saludo Atte.

    Adriana.Stuk

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