LLEVADOS AL FUNDAMENTO EN CRISTO (Quitados del placer personal)

Una realidad inevitable para todo ser humano: edificamos una vida sobre la tierra y todo lo que edificamos responde a algún fundamento. Debajo de todo lo que el hombre manifiesta y experimenta, hay un fundamento que lo explica. Aunque esas explicaciones son extremadamente variables y diferentes de persona a persona, los fundamentos básicos y esenciales que rigen la vida del ser humano y del mundo son los mismos.

Dentro de la gama de fundamentos que rigen al mundo y la vida humana, se encuentra uno en especial que presentaremos en éste post: El hombre vive para su propio placer, por sus apetitos y deseos personales.

El hombre fue creado para vivir por un propósito (una Esperanza). Esos objetivos (la razón de ser del hombre) se encuentran en Dios y el hombre perdió acceso a esa esperanza. Los seres humanos pueden poner objetivos temporales y vivir con un propósito que le satisfaga, pero nunca podrá (por sus propias fuerzas) acceder a la Esperanza para la cual fue creado.

¿Ha visto alguna vez algún elemento que perdió su utilidad, pero permanece ocupando un lugar? Tiene dos opciones: volverse un estorbo o ser reutilizado con otra función diferente. Como aquella máquina de coser a pedales que hace años no funciona, pero se usa para acumular objetos que la gente va dejando a su paso. El alma del hombre, habiendo sido separada de la vida de Dios, debió adaptarse a una nueva condición: existir sin la posibilidad de alcanzar La Esperanza para la cual fue creada.

La búsqueda de propósito y sentido está en todos los seres humanos, independientemente de su filosofía o creencia religiosa. De hecho, Maslow definió la “Auto realización” como una necesidad humana que se vuelve una fuente de motivación para su comportamiento. Es decir, una de las razones que movilizan a las personas es su necesidad de sentirse realizado. Pero el hombre perdió la capacidad de poder conectar con su verdadera razón de existencia, por lo cual debe reemplazarla con sustitutos.

El mundo vive y subsiste en la búsqueda desenfrenada de placer personal. Si hace una evaluación de los productos que salen al mercado tienen un común denominador: alcanzar un mayor nivel de comodidad y placer personal. Es muy común ver que aún las personas se disponen a ayudar a otros, pero por las razones incorrectas. Algunos lo hacen porque esa acción les hace “sentirse bien”. Otros hacen obras de bien para ser vistos por otros o para obtener algún beneficio de aquella acción. ¿Imagina usted un mundo donde las personas no esperen otra cosa más que poder comer, beber, tener salud y seguridad? Eso no sería posible, porque el sistema de vida humano se sustenta sobre un fundamento: los apetitos, deseos y placeres de las personas.

No hay problema con disfrutar las cosas que nos ofrece la vida y nuestro trabajo. Eso no va en contra de la vida espiritual. Podemos leer eso en el siguiente pasaje:

1 Timoteo 6:17 dice: “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos”.

Cuando nos exponemos al evangelio de la Gracia de Dios, se espera que seamos cada día más quitados del fundamento del placer personal. ¿Qué significa eso? ¿Cuál es el resultado práctico de ser quitados de ese fundamento? Una cosa es disfrutar de los bienes que nos ha dado el Señor y otra muy diferente es hacer cosas con el fin de obtener placeres. Cuando los deseos personales son la fuente de motivación por el cual trabajamos, entonces está ocupando el lugar de fundamento. Veo muchas veces a parejas casarse para obtener beneficios personales: placer, beneficios económicos, sentimientos, status social, etc. Los fundamentos del mundo nos separan y dividen tarde o temprano, porque ese es su fruto.

La Gracia de Dios nos conecta con nuestra verdadera razón de existencia: La Esperanza que está en Dios. Cuando crecemos en ese fundamento, dejamos de vivir para nosotros mismos, para nuestro propio placer y realización, y comenzamos a vivir para Dios, su placer y su realización.

2 Corintios 5:15 dice: “y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos”.

Cuando una persona declara su fe en Dios y en Jesucristo, pero su vida sigue siendo gobernada por el fundamento del placer personal, sólo hay un camino posible: exponerse al evangelio. Sólo el evangelio de Dios puede quitar a las personas de este fundamento. De hecho, no puede el hombre salir de este fundamento por sí mismo. Consejo personal: no le pida a las personas que hagan aquello que no pueden hacer, porque se verá usted frustrado demasiado rápido. Ponemos las expectativas en el cambio de las personas, esperando que hagan aquello que no pueden hacer, como si estuvieran bajo su propio gobierno. Desde la perspectiva de Dios, el hombre no se encuentra en “libertad de elección”, sino por el contrario, gobernado y sometido al pecado y al sistema del mundo. En ese sistema se encuentra el fundamento del cual venimos hablando.

Cuando nos exponemos una y otra vez al evangelio de Dios, la palabra de la Cruz, hay efectos inevitables y esperables en nosotros. El espíritu se notifica de la vida nueva una vez y de manera eterna, pero el alma necesita exponerse día a día, hora a hora, hasta ser transformada por completo.

Así como David en sus salmos hablaba a su propia alma, hay una adoración que comienza a surgir de nuestra alma. Es nuestro culto racional, aquel que proviene de un alma siendo transformada por la verdad y atravesada por las raíces de la semilla eterna. Pensamientos que no provienen del mundo ni sus fundamentos. Expresiones que sólo dan cuenta de una verdadera madurez y aprobación. He aquí algunos de esos pensamientos:

  • No soy mío. No me pertenezco.

1 Corintios 6:19-20 dice: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?  (20)  Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.

  • No vivo para mí.

2Co 5:14-15  Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;  (15)  y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

  • No vivo para mi propio placer.

Lucas 8:14-15 dice: “La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.  (15)  Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia”.

  • No vivo para mi propia esperanza. No soy regido por mis propias expectativas. No seré gobernado por mis sueños personales.

Efesios 1:18 dice: “…alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos…”.

  • No vivo por mi propia justicia.

Filipenses 3:9 dice: “…y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe…”.

No me juzgo a mí mismo ni a otros. Poco valor tiene para mí el juicio que otros tienen sobre mi vida y mi propio juicio. No determino yo lo que está bien y lo que está mal.

1 Corintios 4:3-5 dice: “Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo.  (4)  Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor.  (5)  Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios”.

Todas estas palabras y expresiones son destiladas por las escrituras y por personas que alcanzaron el conocimiento, entendimiento y vivencia real y genuina de esa realidad. Pero no son palabras que podamos repetir como si tuvieran algún poder sobrenatural. Son conclusiones a las que arribamos por estar expuestos a la Cruz del Señor y el verdadero evangelio. Es la obra misma del Espíritu en nosotros que nos lleva a entender esa realidad.

¿¡Puede ver la obra extraordinaria que el Espíritu de Dios hace en nuestras almas!? Él nos otorga una nueva y potente identidad En Cristo. Pero al mismo tiempo nos hace entender que no nos pertenecemos. Por lo tanto esa nueva identidad gloriosa y perfecta no nos produce orgullo, soberbia o juicio sobre otros. Nuestra nueva identidad nos hace amarnos, pero en la Gracia de Dios. Nos hace amar su obra en nosotros. No es la manera en que el hombre se ama a sí mismo, produciendo todo tipo de perversiones y desvíos. Hablamos de una posición adquirida por Gracia, revelada por el Espíritu, entendida por la mente y manifestada por nuestras almas y cuerpo.

4 comentarios en “LLEVADOS AL FUNDAMENTO EN CRISTO (Quitados del placer personal)”

  1. LO PRIMERO DAR GRACIAS A DIOS PRIMERAMENTE EXPRESAR VINCULOS VIDA DE CRISTO DAR GRACIAS AL PASTOR ABEL BALLISTRERI Y A TODOS ESTOS VINCULOS SER ESPIRITUAL EL ESFUERZO DE ESTAS ENSEÑANZA TECNOLOGICA REVELADA POR EL SER ESPIRITUAL CRISTO MISMO SE AGRADECE ETERNAMENTE LE SALUDOS DESDE CHILE CIUDAD TOCOPILLA SE AGRADECE LAS ORACIONES MUTUAMENTE CELESTIALMENTE AMEN Y AMEN

  2. Dando gracias a Dios en todo y por todo fundamentados en Cristo y la Luz que va dando de su misma persona para expresarle conforme a Su Voluntad. Gracias pastor Abel por tan grande esfuerzo de que como generación conozcamos los misterios de Dios; Les saludamos desde España familia Salazar Castillo.

  3. José Luis Chagumil

    ES UN PLACER PODER ENTENDER ESTOS CONCEPTOS QUE NO SON FILOSÓFICOS SINO ESPIRITUALES Y LLEVARLOS A LA REALIDAD QUE TODO LO MANIFIESTA, LA NATURALEZA QUÉ PORTAMOS. MUCHAS GRACIAS QUERIDO PASTOR ABEL BALLISTRERI Y SU EQUIPO, MINISTERIO Y FAMILIA EN ESTA GRAN TAREA DE MINISTRARNOS.
    DESDE SANTA ROSA LA PAMPA ARGENTINA, PASTOR JOSÉ LUIS CHAGUMIL CON MUCHO CARIÑO Y RESPETO.

  4. Agradezco al Padre por la valiosa herramienta que nos ha otorgado para crecimiento en la vida del Pastor Abel y su equipo de trabajo. Cada uno son de gran aporte para el cuerpo de Cristo. Abrazos desde Encarnación, Paraguay

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