ORDEN Y RESPONSABILIDAD
El orden es la virtud que nos permite encontrar el lugar correcto a todas las cosas para que respondan a un diseño productivo.
El orden nos permite ver más allá de las circunstancias, personas y situaciones, para entender el cuadro mayor. El orden se despierta en un corazón que evalúa lo que tiene y piensa en el verdadero valor de lo que está a la mano para disponerlo hacia el bien.
“Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, (2) tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, (3) me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, (4) para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido”.
Lucas 1:1-4
Sabemos que la productividad desde el punto de vista del evangelio, está medida en la expresión del fruto del espíritu y la madurez espiritual. La virtud del orden se desarrolla en el alma, en la medida que se evidencia en el corazón lo que es verdaderamente valioso y el lugar que deben ocupar todas las cosas para que la vida del hijo de Dios sea productiva.
Una persona que añade orden es aquella que no está pensando en lo que le falta, los errores que otros cometen a su alrededor o las condiciones que faltan darse en su vida, sino que puede honrar al Señor por lo que le ha sido dado y opera en sabiduría para encontrar el lugar y el tiempo de lo que se administra.
ORDEN Y RESPONSABILIDAD
“Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver. (13) Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo”.
Lucas 19:12-13
Esta parábola describe un aspecto del Reino de Dios que es sumamente importante: a todos nos han sido confiados bienes espirituales que deben ser administrados para suplir la expectativa de aquel que nos llamó. Abrazar esa responsabilidad nos entrelaza a las riquezas de la gracia de Dios, donde han sido previstas la sabiduría y la inteligencia espiritual que son necesarias para nuestra gestión de vida.
¿Qué lugar ocupa el orden en la vida de un hijo de Dios? ¿Cuán importante es el orden en la madurez espiritual?
“Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo”.
Colosenses 2:5
“Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; (40) pero hágase todo decentemente y con orden”.
1 Corintios 14:39-40
“Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros. (34) Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere”.
1 Corintios 11:33-34
La exposición del evangelio del Reino por parte de nuestro Señor Jesucristo y por parte de los apóstoles, deja en evidencia la importancia de nuestra administración en la tierra. Es en esa actividad altamente espiritual donde estas virtudes entran en acción para conducirnos a expresar los criterios de nuestro Padre y volvernos confiables para trabajar en sus negocios.
FIELES EN LO POCO
Mateo 25:20-21 dice: “Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. (21) Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”.
En esta parábola se deja ver un principio acerca del Reino de Dios altamente importante para nuestra gestión diaria. Lo que hacemos en lo poco afectará de manera inevitable nuestro destino futuro.
Esto nos conduce al disfrute y agradecimiento de lo que tenemos hoy y a pensar con responsabilidad en cómo administramos las pequeñas cosas. Cualquier persona que piense que algo le falta para poder funcionar en el propósito de Dios, solo está siendo víctima de su propia imaginación. Nuestros días son observados para ser promocionados, por lo cual, ninguna de nuestras acciones pequeñas son ignoradas.
¿Cómo podemos ejercer orden y responsabilidad en las pequeñas cosas que administramos? ¿Es posible otorgar a esas pequeñas cosas relevancia en cuanto a lo espiritual y eterno? Si lo hacemos, no fallaríamos. Ese es el camino correcto para revestirnos de estas virtudes espirituales en nuestras almas.
CÓMO AÑADIR ORDEN Y RESPONSABILIDAD
- Medite en aquellas cosas que están en sus manos hoy y pueden ser administradas, es decir, aquellas que sus decisiones las afectan y modifican.
- Piense en el tiempo ocupado en diferentes actividades y en cuál es el orden actual de todas las cosas a su alrededor.
- Pida a Dios sabiduría y determinación para hacer cambios en la administración del tiempo.
- Preste atención a los detalles que pueden añadir orden en su vida despojándose de toda excusa. Crea y declare que la vida del espíritu puede ser en usted una fuente de fuerzas y renuevo en su alma y su cuerpo para trabajar de manera persistente y responsable en todo lo que administra.