RECUPERANDO EL PROTOCOLO ESPIRITUAL PARA EL ALMA – Parte 1

Nada hay mejor en la vida que usted pueda experimentar, nada más poderoso ni valioso que su propia y verdadera madurez. Ver crecer a Cristo y manifestarse a través de su vida es ser testigo de aquello que Dios quiere que seamos testigos. La vida de Cristo en nosotros es suficientemente potente para llevarnos a experimentar Su Verdad y los frutos que el Padre espera de nosotros.

¿Hay una explicación de la inmadurez en nuestra generación?

• El alma humana ha perdido el orden, el protocolo bajo el cual fue creada.
• En Cristo nos es devuelta la posición de vida y libertad espiritual, pero el alma debe ser notificada. Ella permanece en costumbres, filosofías, cultura, vicios, tradiciones y conductas que deben ser destronadas.
• Su alma debe ser notificada, para que sus ojos sean abiertos y pueda entender la nueva vida y la nueva realidad de la cual ha sido hecho parte.

Tres palabras que respetan el orden de Dios en todas las escrituras, tres palabras que nos van a hacer bien en este 2019:

Nº1: OIR 

Nº2: VER

Nº3: ENTENDER

• OÍR, VER Y ENTENDER no son palabras que deben mezclarse, tienen un orden, es un protocolo de la sabiduría.
• La sabiduría tiene un protocolo, la sabiduría no es algo que viene como que alguien nos la va a mandar del cielo y la vamos a encontrar cuando lleguemos a casa. La sabiduría es siempre una construcción constante.

Por causa del reino de Dios nada en las escrituras está fuera de protocolo, en la vida espiritual todo está protocolizado.

• Por lo tanto, si queremos leer la biblia y entenderla, antes tenemos que aprender cuál es el protocolo para la lectura, cuál es el protocolo de Dios para poder comprender las escrituras y también oír a Dios más allá de las escrituras.
• La religión nos ha dejado el domingo como un día de relax y un hijo de Dios lo que no puede hacer es creer que el día de reunión es un día de descanso, por eso tenemos que administrar nuestros días conforme a la voz de Dios.
• Eso va a cambiar en la vida de los hijos, para nosotros el día de reunión es el día de la universidad, es el día del estudio, es el día de la profundidad, es el día que debemos aprovechar todo lo que se dice para repetirlo.

El reino de Dios está protocolizado. La palabra protocolo significa pegar atrás ordenadamente, pegar con cola, agarrar hojas y pegarlas en orden.

• Hay un protocolo para oír y entender lo que Dios habla en una generación: OÍR, VER Y ENTENDER.
• Ninguna de estas tres palabras están aisladas, todas las escrituras funcionan de esta manera: oír, ver y entender; esto explicaría la vida de todos los creyentes en todas las épocas.
• Cómo explicaríamos la cantidad de años que venimos oyendo cosas acerca de Dios, y por otro lado la terrible realidad que se vive en el mundo como si en la tierra no hubiera gente que oye a Dios.
• La historia bíblica muestra que cuando las personas oían a Dios según el protocolo de Dios, no podían vivir vidas comunes, porque por causa de oír, ver y entender a Dios una persona no se vuelve común, su vida se vuelve por lo menos difícil de decodificar para otros.
• Porque cuando las personas oyen, ven y entienden las cosas de Dios algo les pasa en su estructura espiritual, algo les pasa en la psiquis, pero para bien; algo les pasa en el cuerpo, algo pasa cuando se oye a Dios.

Si nosotros no estamos viendo esta manifestación es porque hemos roto el protocolo.

• Por cien años hemos tenido en Argentina gente sentada en los auditorios o templos, y que nos incluye a nosotros, con un problema, hemos oído muchísimo de Dios y hasta hemos oído a Dios; pero el oír una palabra de Dios es solo una parte del protocolo.

El protocolo espiritual y apostólico es OÍR, VER Y ENTENDER, es decir que entendemos algo que Dios está hablando cuando lo oímos a través de nuestros oídos pero que también lo podemos ver.

Determine oír la Verdad y cerrar su oído a las mentiras del sistema del mundo y de la imaginación humana. Determine exponerse a personas que le conduzcan a la Verdad y a buscar la voz de Dios a su vida.

Pida a Dios que sus ojos sean abiertos cada día de su vida. La mentira adormece, pero la Verdad nos mantiene alertas, despiertos y velando en medio de un mundo que adormece en la vanidad.

Recuerde: los verdaderos avances en nuestras vidas se dan en el entendimiento. Ningún logro personal, social o material es considerado “avance” por Dios, a menos que sean el resultado de haber entendido aquello que Dios desea edificar en nosotros.