VESTIDOS DE CRISTO – Parte 6

PROTEGIDOS CON LA SALVACIÓN.

Efesios 6:17 dice: “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”.

Hay una salvación que es en el espíritu, la que recibimos por la Gracia de Dios y por la obra de Jesucristo en la Cruz. Es una realidad espiritual y eterna. Pero ahora debes vestirte de esa salvación. Una realidad espiritual que se vuelve vestidura para tu alma. A eso le llama el apóstol Pedro “la salvación de sus almas, como el fin de la fe” (1 Pedro 1:9)

Debes vestirte de tu salvación, porque cada espacio de tu vida que no deje ver esa salvación es un espacio abierto para ser dañado en el día malo.

Pero cuando te vistes de esa salvación, te estás preparando para la recompensa.

La salvación es un yelmo, porque esa realidad espiritual y eterna, ahora debe cubrir todos tus pensamientos.

 

Rom 13:11-12  Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.  (12)  La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.

Tu salvación es una arma de Luz, que debe operar en tus pensamientos y corazón todos los días.

Has recibido una salvación que es completa, aunque aún hay cosas de las cuales debes despojarte y desechar. Pero no olvides la eficacia de esa salvación, la cual no ha dependido nunca de tus méritos o capacidades. ¿Qué calidad tiene tu yelmo?

Recuerda: tu alma tomará la forma de la vestidura que te pongas. Si te vistes de Cristo, entonces tu alma tomará su forma e imagen.


Desechemos: G659 – ἀποτίθημι – apotídsemi – de G575 y G5087; poner lejos, separar, alejar (literalmente o figurativamente): dejar, desechar, despojarse uno, poner.


SALVACIÓN ES GOZO CONSTANTE

Salmos 51:12  Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente.

2 Corintios 7:10  Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.

 

El fruto final de la salvación es gozo. Las tinieblas vendrás más de una vez con las tristezas equivocadas. Esas tristezas que traen confusión, enojo, desazón. Pero las tristezas que provienen de Dios, son aquellas que te quebrantan, pero te hacen levantarte en Su Gracia para que las tinieblas que te han aprisionado en el pasado, ahora reciban la venganza del Señor: la luz de Cristo expresada en tu vida.


(de que no hay que arrepentirse) ametaméletos: de G1 (como partícula negativa) y un derivado presunto de G3338; irrevocable: no hay que arrepentirse, irrevocable. (G278 – ἀμεταμέλητος)

G3338 μεταμέλλομαι – metamélomai – de G3326 y la voz media de G3199; preocuparse después, i.e. lamentar: arrepentirse, lamentar, pesar.


Ponerte el yelmo de la salvación es un seguro para tu futuro. Es vestirte de algo firme e inamovible. Te evitará lamentos, porque pone cordura en tu mente. Te hace recordar lo valioso y verdadero y te hace gozarte en lo eterno.

El yelmo de la salvación es tu memoria siendo absorbida por el Señor, para recordar que de Él vienes y a Él vas. Tu salvación te recuerda tu posición eterna en Cristo. Tu salvación opera en tu mente para conectar tus días con el propósito de Dios para que ahora que tu espíritu se ha salvado, también se salve la razón de tu existencia.

Abel Ballistreri

0 comentarios en “VESTIDOS DE CRISTO – Parte 6”

  1. Más de una vez ; quizás no hemos sido conscientes de lo que portamos en nuestra cabeza; en el sentido espiritual .
    Y si no somos conscientes de ello; por supuesto por ende mucho menos consciencia tomamos del resto de la armadura o mejor dicho vestidura .

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