Por Juan Ballistreri.
SI NO PODEMOS VER LO QUE ESTAMOS OYENDO, NUNCA OÍMOS.
1ª CORINTIOS 3:6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.
Pablo habló, Apolos repitió y el crecimiento lo dio el Señor, crecimiento es el entendimiento, nosotros crecemos cuando entendemos.
- Por eso hoy tenemos que irnos de aquí no a repetir lo que hacemos todas las semanas, sino a repetir palabras que sentimos que son de Dios, pero repitámoslas hasta que se queden instaladas en nuestro espíritu.
- Oír, ver y entender nos evita inventar. La razón por la que el hombre no puede vivir en la dimensión de lo que Dios quiere, es que hay un espacio de tiempo entre el oír y el ver, hay un espacio de tiempo cronológico.
- No nos podemos ir con una palabra, no es: “hermano yo vine a buscar una palabra de Dios”, no vinimos a eso, vinimos a buscar algo que se ve; no venimos a buscar algo que se oye, vinimos a buscar algo que se ve.
El proceso del oír es ver, porque el tiempo que pasa entre lo que oímos y vemos es el que marca la diferencia en nuestra vida de fe en Dios.
El tiempo cronos que pasa entre lo que oímos y vemos es el que determina los resultados de la fe. ¿Y qué hacemos entre que oímos y vemos? Repetimos y repetimos para no olvidar.
- A veces hay que repetir un día, a veces hay que repetir un año, a veces hay que repetir diez años, a veces hay que repetir en una generación, hay que repetir, repetir, repetir, porque CUANDO SE OYE Y NO SE VE, SE INVENTA.
- Y lo que llamamos diablo, satanás, demonio, aunque a veces está, la mayoría de las veces no es un demonio, son los inventos de nuestro propio oír.
- Y no hay peor incertidumbre que haber oído un ruido y no haber identificado de dónde vino. Y cada uno que viene empieza a crear a nuestra incertidumbre un nombre: “qué habrá sido anoche, me parece que era un perro, o un gato”, y luego aparece uno que lee la biblia todos los días y dice “y si era un ángel”, “no habrá sido Dios hablándonos en el movimiento del árbol”, “no habrá sido la zarza que ardía”.
- Cuando una persona oye y no ve, a todo lo que hay en el medio se le llama una persona perdida.
- No subestimemos la palabra porque ya la sepamos, “…de cierto, de cierto os digo…”, hay que repetir hasta que lo oído se convierta en algo que se ve.
- Los hombres del antiguo testamento tenían una forma de orar a Dios, por eso es clave la biblia cuando decimos el antiguo testamento, porque el antiguo testamento son los hombres de abajo; y cuando hablamos del nuevo pacto hablamos de los hombres de arriba.
- Dios le mostró el camino a Moisés, pero sin embargo anduvieron todo el camino inventando qué hacer, qué no hacer, Israel vio el camino pero le faltó el protocolo; es como cuando estamos saliendo de una ciudad y no sabemos cómo hacerlo, paramos a alguien para que nos indique y cuando somos montados en el camino ya quedamos listos para transitar.
- Por eso los hombres del antiguo testamente decían “muéstranos tus caminos, muéstranos tus caminos Señor”, el Señor se los mostraba pero después ellos hacían de la vida como querían.
- Pero cuando Jesús vino no solo dijo “Yo soy el camino”, Él dio todo el protocolo: “Yo soy el camino, Yo soy la verdad para andar en ese camino y Yo les doy la vida para ese camino”.
- Entonces hoy en Dios, nosotros tenemos un protocolo mucho más ajustado para que su palabra sea real en nuestra vida.
- Nosotros no somos personas esperando que Dios nos muestre el camino, queremos el camino, queremos la vida, queremos que nos muestre a qué velocidad vamos a ir, qué tenemos que hacer, porque en el camino no queremos inventar nada, PORQUE TODO LO QUE NOSOTROS INVENTEMOS RETRASARÁ A NUESTRA GENERACIÓN.
- Este es un año donde Dios nos va a hablar, y no solamente nos va a hablar, sino que debemos pedir: “Señor no quiero la palabra, quiero el protocolo, quiero oírte, quiero ver y quiero entender, no quiero dejar absolutamente nada a mi imaginación”.
COMPRENDER LOS SISTEMAS DE DIOS
- Dios hizo su evangelio fácil, todo en la biblia se divide por dos, no hay quinientas cosas para hacer, cuando decimos que tenemos como cincuenta cosas para hacer Dios nos dice “no te puedo ayudar porque solamente te he dejado dos alternativas en la vida”.
En la biblia hay dos simientes, en la biblia solamente hay dos geografías, arriba o abajo; hay dos naturalezas, la de Dios o la del diablo; hay dos árboles, de la vida o de la ciencia del bien y del mal; y todos los días nos debatimos: “Señor, yo quiero ver la alternativa que viene de ti, abre mis ojos para poder verlo”.
- Hemos hablado de comprender los sistemas de Dios; los sistemas de Dios no son un mensaje ni un bosquejo, van a ser la suma de oír y ver, de oír y ver, de oír y ver, hasta que en un momento determinado se nos revele a nuestro espíritu que Dios no solamente es un Dios de sistemas sino que también tiene sus sistemas. Los sistemas de Dios y el Dios de los sistemas.
- Y en los próximos días, meses y años vamos a llegar a la comprensión en el espíritu que hay algo que es más importante que nosotros como un individuo, y es que entendamos cómo Dios funciona, cómo son sus protocolos de vida.
LA VIDA DESORDENADA DEL HOMBRE ES UNA VIDA FUERA DE UN SISTEMA DE DIOS.
- Por ahí las personas dicen: “yo estoy fuera del sistema”, porque no tienen una obra social o porque no están inscriptos según el modo tributario.
- En la vida natural no nos cuesta hablar de estar fuera del sistema, las personas hoy prefieren tener un sueldo más bajo o menos ganancia con tal de tener una jubilación, una obra social, porque hay algo en nuestra naturaleza que nos dice que no podemos vivir sin sistema.
- Tenemos cincuenta o sesenta años y necesitamos tener a nuestra casa y nuestra familia en un sistema de cobertura, en un sistema jubilatorio, que si algún día nos vamos de la tierra los sistemas que hemos edificado queden para la esposa, el esposo, los hijos.
- Pero esa seguridad que nos da el sistema está grabada dentro de nuestra naturaleza, fuimos diseñados por el Dios de los sistemas para los sistemas de Dios.
Una vez que entendemos que Dios es un Dios de sistemas es cuando entendemos los protocolos.
- Tenemos que pedirle al Señor que nos revele el asunto de respetar el orden de Dios en los asuntos del reino, en los asuntos de la vida cotidiana, de la palabra, “Señor tú nos creaste como un individuo, hay un protocolo, espíritu, alma y cuerpo; nos diste un matrimonio, nos diste una familia, nos diste hijos; Señor revélanos”.
- Porque en esos protocolos revelados a nuestras vidas vamos a ver la tan mencionada gloria de Dios manifestada en la tierra, si no, no sucederá.
- Cuando nos congreguemos, cuando estemos reunidos, en cualquier tipo de reunión, sepamos cuál es el protocolo que define esa reunión, por qué estamos allí, por casualidad o no.
Si volvemos al protocolo de Dios en la vida diaria según el espíritu del reino, los días no se escaparán de nuestras manos. El mundo está clamando por un ser espiritual que Dios va a posicionar por su palabra, y que será a través de los hijos que no están tomando la fe como un hecho aislado. Usted está siendo visto por el cielo y reclamado por la tierra por causa de la vida que porta. Prepárese para ser celebrado y solicitado por causa del recupero del protocolo de Dios en su alma.
Es cierto, a veces uno por ir más rápido saltea el protocolo y de ese modo finalmente perdemos tiempo. Gracias por estas herramientas discipulares!
AGRADECIMIENTO A DIOS PRIMERAMENTE ES UN PLACER DE RECIBIR PALABRA PRESENTE QUE NOS HABLA LA IMPORTANCIA DEL PROTOCOLO DE DIOS EN LA VIDA DIARIA GRACIAS POR REVELARNOS LE SALUDOS DESDE CHILE CIUDAD TOCOPILLA GRACIAS ABEL BALLISTRERI Y TU PADRE APOSTOL JUAN BALLISTRERI