SERVICIO – PARTE 1

El ser serviciales es una virtud que proviene de la grandeza de la vida espiritual. La capacidad de someter a nuestras almas por causa del entendimiento de lo eterno y la obediencia al amor espiritual, nos conduce al servicio.

Mateo 20:26-28 dice: “Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, (27) y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; (28) como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”.

Vemos claramente esta virtud en Jesús y su propuesta a expresarla en nosotros. El servicio como virtud espiritual es mucho más que la acción de servir. No hablamos de una conducta solamente, sino más bien de una disposición de nuestras almas a rendirse a los impulsos espirituales del amor hacia otros. Esa disposición de nuestras almas abre camino a la naturaleza de Cristo que nos ha sido dada, de tal manera que nuestra manera de concebir el servicio ya no es igual a la que operaba en nosotros en el viejo hombre.

FORMAS HUMANAS DE SERVIR

El servicio no es algo ausente en la vida de los hombres. Debemos servir para sobrevivir, pero esa forma de servicio está alejada de aquella que es provocada por la vida espiritual que en nosotros hay.

El hombre sirve por diferentes razones y motivaciones, por ejemplo:

  • Por la imposición externa. No hablamos de un servicio voluntario o de amor, sino que se debe a circunstancias que obligan a la persona.
  • Por conveniencia personal. Es el servicio que tiene por objetivo obtener algún tipo de beneficio en el futuro. Aunque es una forma de servicio que es valorada en el mundo, pero no es esa la forma de servicio que se produce en nosotros por causa de la vida espiritual.

Una persona que ser vuelve servicial hacia otros, puede alcanzar niveles de éxito en aquello que se proponga hacer. Sabemos que la madurez espiritual no busca aumentar los niveles de éxito humano, sino una mayor manifestación de la naturaleza de Dios en nosotros y el fruto del Espíritu.

Debemos saber que frente a las acciones humanas el alma cuenta con motivaciones, pero cuando una acción es provocada por la vida espiritual, lo que encontramos es mucho más que una motivación. Una acción explicada por la vida de Cristo en nosotros se explica por alimento y provocación de la naturaleza espiritual. Es entonces que podemos ver manifestado en nosotros el fundamento sobre el cual nuestras vidas están edificadas: Cristo mismo.

EL SERVICIO Y LA MADUREZ

La palabra nos enseña que una de las expresiones del amor, el cual constituye la naturaleza de Dios es el servicio, una virtud que los apóstoles nos invitan a desarrollar.

Gálatas 5:13-14 dice: “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; sólo que no uséis la libertad como pretexto para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. (14) Porque toda la ley en una palabra se cumple en el precepto: amaras a tu prójimo como a ti mismo”.

La palabra que se traduce servíos, viene del griego douloeuo que se traduce prestar servicio, o servir, y que aludía al trabajo de un esclavo.

Es impresionante pensar que la palabra nos enseña que Cristo vino para servirnos a nosotros.

Marcos 10:45 dice: “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”.

  • Por lo que servir, es una manera de imitar y manifestar a Cristo. Sabemos que en nuestro espíritu anhelamos las recompensas que sólo provienen de Dios; recompensas de valor eterno. Nuestro espíritu de servicio conoce la fuente que nos inspira a no anhelar los aplausos ni recompensas humanas, sino con nuestra mirada puesta en el Reino de Dios.

Marcos 10:43-44 dice: “Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, (44) y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos”.

Esto se confirma en el siguiente pasaje:

Hebreos 6:10 dice: “Porque Dios no es injusto como para olvidarse de vuestra obra y del amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santos”.

  • El autor a los hebreos, reconoce a los miembros de las congregaciones a los que escribe el servicio que ellos han prestado a los santos, y les hace ver, que ese servicio tiene un valor eterno que Dios no olvidará.

SERVIR AL SEÑOR Y SERVIR A LOS HOMBRES

La madurez espiritual traerá, cada día más, una mayor claridad de nuestra posición y realidad espiritual. Somos hijos de Dios y siervos del Señor. Aunque la religión y la inmadurez muchas veces trae confusión y mezcla sobre esta realidad, entenderlo es sumamente importante para nuestra madurez.

Somos Hijos en la vida espiritual. Somos siervos en nuestras almas. Hijos de nuestro Padre Celestial. Somos Iglesia en cuanto a nuestra edificación. Somos siervos del Señor en cuanto a nuestras almas. Es por eso que podemos servir a los hombres, pero cuando ese servicio proviene de nuestra vida espiritual, siempre será un servicio al Señor. No lo hacemos para los hombres, sino para nuestro Señor. Esto implica que nuestras almas no se encuentran sometidas a la imposición humana y tampoco encuentran excusas para gobernarse a sí mismas, sino que se humillan continuamente para someterse a nuestra realidad espiritual. A eso llamamos libertad y es por eso que entendemos que ésta sólo puede alcanzarse por medio de la madurez.

El apóstol Pablo describió su tiempo en Éfeso y toda su labor apostólica como servicio al Señor:

Hechos 20:18-21 dice: “Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, (19) sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos; (20) y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, (21) testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo”.

Cuando hablamos de servicio como resultado de la madurez, podremos incluir muchas acciones que ni si quiera son vistas o reconocidas por otros. El apóstol Pablo incluye como servicio sus oraciones, sus pruebas, sus enseñanzas tanto públicas como personales, en las que daba testimonio de Cristo.

Luego de exponer el evangelio, en la carta a los romanos, pasa a explicar que el resultado lógico de comprender la misericordia del Señor es servirle, sirviendo a otros a través de los dones que Él nos ha entregado. Y luego pasa a hablar del amor, siendo una de sus manifestaciones el servicio.

Romanos 12:9-11 dice: “El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. (10) Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. (11) En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;”

Cuando crecemos en el entendimiento de la Gracia de Dios, el servicio a otros es una consecuencia inevitable. Servimos a nuestros hermanos y a los hombres, no como esperando una contraprestación o un reconocimiento, sino sabiendo quién es nuestro Señor y de dónde proviene nuestra recompensa. Esta realidad debe ser afirmada y grabada en nuestro corazón hasta que el entendimiento sea iluminado.

Cuando servimos verdaderamente desde esta virtud (la cual proviene de Cristo en nosotros) se produce una evidencia en nuestras almas: sentimos que nadie nos debe nada. Lo que hemos dado, no proviene de nosotros. Las fuerzas invertidas provienen de Dios y de Su Gracia. Los recursos provienen de Dios y de Su Gracia. El tiempo proviene de Dios y de Su Gracia. ¿Cómo podríamos cobrar por aquello que nos ha sido dado por Gracia? Si además nuestro servicio y amor provocan en otros generosidad y honra, entonces eso es recibido por Dios como olor grato y Él es exaltado, alimentando más y más el circuito virtuoso de la Gracia de Dios en nosotros.

Si desea recibir nuestras difusiones por whatsapp, envíenos un mensaje con su nombre al siguiente número: +54 9 2235 63-3892
También deseamos invitarle a ser parte de nuestra conferencia en vivo. Puede encontrar toda la información en el siguiente link: https://herramientasdiscipulares.com/conferencia-hd-en-vivo/

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *